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A primera vista dos botellas de plástico pueden parecer iguales, pero si empezamos a analizar con más detalle, seguramente comencemos a ver algunas diferencias. Y lo mismo pasa con dos empresas del mismo sector, pueden parecer que hacen lo mismo y de la misma manera. Pero si empezamos a estudiarlas, seguramente acabemos dándonos cuenta de que son muy diferentes.
La empresa A fabrica plásticos y las empresa B también. Tienen clientes parecidos, hacen prácticamente los mismos productos y sus fábricas son casi idénticas. A simple vista, no hay grandes diferencias. Se podría decir que son lo mismo y hacen lo mismo. Lo único que cambia es su nombre.
Pero el mundo empresarial, como la vida, no es tan simple. Hay muchas cosas que no parecen centrales en el negocio que hacen la diferencia. Por ejemplo, en el mundo de los plásticos, el respeto al medio ambiente y a la calidad de los alimentos son dos factores clave.
Eso EDECA lo sabe y lo aplica en cada uno de sus productos, que cumplen con las exigencias de sus clientes, pero también de las legislaciones de todos los mercados en los que sus clientes operan.
Por ejemplo, en lo que a la salud se refiere y a diferencia de otros fabricantes, toda su gran variedad de formas y colores están aprobados por la Agencia de Estados Unidos para la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus siglas inglés).
Inocuidad garantizada
La palabra inocuidad significa que algo no tiene capacidad de hacer daño. Y aplicado al mundo de los empaques y la alimentación, hace referencia a las condiciones y prácticas que aseguran que los alimentos no estarán expuestos a ninguna contaminación.
Esto no es un problema menor, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades trasmitidas para los alimentos suponen una importante carga para los sistemas sanitarios de todo el mundo. Causando enfermedades e incluso muertes.
Por eso desde el año 2000, la mayoría de países a nivel mundial reconocieron la importancia de la inocuidad alimentaria para proteger la salud de la población. Esto significa que se debe garantizar la máxima seguridad de los alimentos, con medidas que abarquen toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta su consumo final.
Y ahí juegan un gran papel los fabricantes de empaques como EDECA, que deben crear productos que aseguren la calidad de los alimentos, aislándolos de riesgos microbiológicos y manteniendo la calidad higiénica. Y EDECA no solamente lo sabe, sino que lo aplica, garantizando la inocuidad en todos sus envases.
Por su respeto al medio ambiente, por la calidad de sus productos y por la inocuidad de todos sus envases, EDECA es diferente y se ha colocado en los últimos años como un referente regional entre lo fabricantes de plásticos.